Desayuno con diamantes

Desayuno con diamantes

Blake Edwards confesó en una entrevista que sabía que desayuno con diamantes podría convertirse en el descanso de su carrera, y así fué. Galardonada con el Óscar a la mejor banda sonora es, sin duda, una de las películas de culto con una de las escenas más memorables del cine.
Esta película mezcla varios géneros cinematográficos como el romance, la comedia y el drama.
Es imposible no destacar la inmejorable actuación de Audrey Hepburn en su papel de Holly quien, a pesar de ser una señorita de compañía, se muestra con elegancia y sofisticación a lo largo del filme cautivando al espectador cada vez que aparece en escena.
Lo cierto es que el papel de Holly, en un principio, iba a ser interpretado por Marylin Monroe pero
por problemas en el contrato de la actriz, finalmente el papel sería para Hepburn, recién contratada por Paramount, la productora de la película.

"Estas casada con un hombre que te adora, tienes un hijo precioso, un buen trabajo; casa, dinero... ¿Por qué no eres feliz?, ¡Lo tienes todo!, ¿Qué te pasa?, ¿Qué te ocurre dentro de esa cabeza?... Pero no lo se, no soy feliz y punto. No tengo una ilusión por nada."

En esta escena Holly retrata, a pesar de que la bellísima fotografía acompañada de la dulce interpretación de Paul Barjak hayan eclipsado el mensaje, esa sociedad posmoderna emergente en ese entonces y la que puede considerarse la viva imagen de nuestra sociedad actual. Una sociedad hedonista que valora más el tener que el ser. Esto, se ve retratado en los diferentes matrimonios que se presentan donde el objetivo no es el amor mutuo, sino dar para recibir compañía.

Los protagonistas se conocen por casualidad, ambos son personas incomprendidas, vividoras y fracasadas donde el dinero es lo único que consigue darles cierta sensación de estabilidad. Esta filosofía de vida les hace congeniar rápidamente.
La seguridad que solo es alcanzada con dinero se ve reflejada en el personaje de Holly, quien, cada vez que se siente insegura recurre a la joyería Tiffany's, el centro más lujoso de la ciudad. Una seguridad material que es característica de nuestra sociedad actual.